Yo

Mi foto
Buenos Aires, Argentina

sábado, 12 de junio de 2010

El Loquito de la calle.

El loquito de la calle es un ser humano. Una persona. Género masculino, viejo para vivir y joven para morir. Pelos un tanto grisáceos, piel arrugada, siempre con una remera con colores similares a una remera de Estudiantes y su infaltable mano a la hora de saludar a un desconocido que transite esa misma calle en la que en el fondo, se esconde toda una historia, una vida de "locos", un mundo aparte que nadie osa visitar.
El loquito de la calle es un ser humano. Una persona. Un extraterrestre en el mundo de otros. Un animal salvaje para muchos otros. Y un ángel alegre, sólo para pocos.
Carece del saludo, de la alegría, de su locura. Una sonrisa se dibuja en su rostro a la hora de saludar a alguien, más bien un alguien desconocido. No tiene vergüenza de mostrarle al mundo(o por lo menos a lo poco que queda de Romero) lo que es él mismo.
Vive del saludo no de los demás, sino de su propio saludo. El saludo de los demás es simplemente, una compañía.
Saluda, y saluda. Agita la mano cuando sus ojos observan venir una persona, cuando su corazón siente una compañía ajena. Su alimento somos nosotros, nuestro saludo pero admito que puede vivir sin comer, no le interesa mucho ESE tipo de alimento. No es que vive de nosotros, más bien vive con nosotros. Puede que nosotros seamos todo para él y él solo una pequeña parte, muy diminuta para nosotros, pero eso no ha de importarle. Esta en su mundo, sumergido en sus pensamientos. Si bien nos busca y a veces no nos encuentra, reitero, sumergido en sus pensamientos.
El loquito de la calle es un ser humano. Una persona. Un extraterrestre. Un animal salvaje. Un ángel alegre. Para mí, un saludo digno de recibir y de responder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

un diario que podés leer y comentar.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.