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Buenos Aires, Argentina

jueves, 17 de junio de 2010

amigos por aquí, amigos por allá, ¿aquí o allá?

La confusión es... confusa, muy confusa. Termina siendo más confusa que la misma confusión. Cuando casi todo(porque no todo está siempre en orden en tu vida y eso hay que saberlo) parecía en orden, cuando casi todo parecía estar en el poder de mis manos, de mi mente, de mis pensamientos, de mis sentimientos... Cuando las cosas no tenían aún vida propia, cuando todavía no hablaban un lenguaje propio, algo tenía que pasar. Y mi mundo se descontrolo y en una fracción de segundo cada cosa que pareciera que estaba en su lugar, ahora tenían alas para volar y un lenguaje propio con el cual manejarse. Al final, parece que nada se puede manipular ni controlar. Ni hasta las cosas que parecen propias.
Si, hay que dejarse llevar. Pero a veces uno se deja tan al descubierto, que al final el "si, hay que dejarse llevar" nos lleva a no poder aprovechar el momento. Porque dejarse llevar, en partes es, también, dejar todo que fluya. Esta bien a veces no irse al extremo con la preocupación y no tratar de tener todo bajo control, pero tampoco estoy de acuerdo con eso de "dejarse llevar". Suena lindo, libre, pero no es lo que exactamente define lo que quiero hacer. ¿Quiero hacer? ¿eso no define lo que quiero hacer? ni sé lo que quiero hacer, ¿entonces cómo sé que eso no lo define?.
OK.
No quiero vivir mis 4 años que me restan en el colegio, en uno que no quiero estar y que no logro adaptarme. Me estoy dando cuenta que no es cuestión de tiempo, no es cuestión de aceptar a mis nuevos compañeros, y tampoco es cuestión de olvidarme del otro. Me siento incómoda. ¿Cómo seguir en un lugar al cual recurro 5 días de la semana en el cual me siento incómoda e innadaptable?. No puedo seguir así. Si, si puedo, pero eso que se tendría que recordar con alegría y como buenos tiempos, no sé si exactamente van a llevar esos nombres. A fin de año se decidirá todo. Pero en ese tiempo que hay desde hoy hasta diciembre, voy a dedicarle un buen tiempo a este tema. Porque realmente vale la pena y quiero pensar bien y decidirme con exactitud, para después no andar con lamentaciones. Con el tema de la amistad también me preocupo. Tengo amigas acá, y amigas allá, pero, no sé, habrá que pensar. Asique a pensar se ha dicho

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