Okay. Me siento importante porque en estos momentos tengo mis propias llaves de la casa entre mis dedos(mentira, ya las perdí, no recuerdo donde las dejé pero ya las voy a buscar antes de que mi vieja me cague a puteadas). Mi vieja decidió pedirle una ayuda a la pareja para que le arregle la puerta que está al lado del portón en el frente de mi casa, para que al volver mi hermano y yo del colegio, no toquemos timbre y podamos aquella mini puerta nosotros mismos. Ayer, sábado, la pareja de mi mamá se sentó en la vereda de mi patio en frente de la reja que está dentro de mi casa y empezó a arreglar la cerradura de la puerta. Aprovechando que él estaba afuera concentrado en sus cosas y su hijo andando en la misma vereda en la bici, salí con ellos afuera, me aislé un poco pero todavía dentro de la misma vereda y empecé a leer El Peregrino(que por suerte cada vez más me va gustando) ya que no me gusta salir afuera y estar sola, necesito sentir una compañía, pero una compañía silenciosa, sin voz.
Desde que mi viejo se mudó para su departamento, son más las responsabilidades. Pero me gusta. Porque ya voy dependiendo más de mi misma y no de los de mi alrededor. Igualmente no del todo, aún soy una pequeña adolescente que necesita de la mano de alguien de vez en cuando.
Retomando el tema de MIS PROPIAS LLAVES DE LA CASA, hace un rato estaba eligiendo algunos llaveros entre los cientos que tengo y me admito que me costó bastante. Creo que esas llaves le dieron motivo a mis llaveros. Yo sabía que POR ALGO había comprado y coleccionado tantos.

Tengo muchos llaveros y pocas responsabilidades, pero voy progresando y me gusta.